domingo, 15 de abril de 2007

Paridad

La paridad real no llega con una ley, pero puede abrir ideas en mentes que, hasta ahora, ni se lo habían planteado.

En el diario La Opinión aparece una noticia que informa de que CIEN EMPRESAS DE LA REGIÓN TENDRÁN QUE ABRIR SUS CONSEJOS A LA MUJER.

Como cualquier persona normal, considero que no debería haber cuotas que exigieran a los mandamases incluirnos en sus listas políticas, listas empresariales, listas de cualquier cosa. Vamos, que debería haber paridad sin exigencias. Pero visto que no nos dejan ascender sin una ley que los multe en caso contrario, pues bienvenido sea un texto inquisitorio.

En el mundo, la mujer sigue soportando una grave discriminación respecto al hombre. África, Asia y América Latina son magníficos ejemplos de esta discriminación. Mujeres que se desloman trabajando para que el hombre tome el sol a la puerta de la casucha. En Europa y EE.UU. tenemos, sin embargo, el llamado 'techo de cristal'.

Yo he visto como grandísimas profesionales -digamos, periodistas-, veteranas, han sido denostadas por expresar su opinión mientras que los hombres, con su misma edad, formación y capacidad, han seguido sus pasos y han ascendido.

He asistido a más 'autocensuras' de compañeras que de compañeros. Un jefe tondo que andaba por ahí llegó a decir "contrato mujeres que son más mansas". Y no le faltaba razón a este don nadie. Me explico: es cierto, somos más mansas porque no tenemos los mismos derechos ni libertades de expresión, manifestación, etc...

A casi todas nos ha costado más llegar. Y nos cuesta más mantener el puesto. Conozco a jefas que se lo curran mil veces más (con menos reconocimiento) que un hombre en su misma situación.

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