sábado, 7 de febrero de 2009

Todo lo importante nos ocurre sentados


Tal vez sea una idea en la que pocas veces nos detenemos, pero las cosas importantes de la vida siempe nos ocurren sin necesidad de desplazarnos. Las aventuras más interesantes, sin lugar a dudas, suceden en posición horizontal. Mi adulado Vladimir Nabokov, creador de la entrañable Lolita, abominaba "la vertical austera". Consideraba una cuestión de viejos escribir de pie, en el atril, como hizo durante la última etapa de su vida:
"A los 26, a los 30 años, la energía, el capricho, la inspiración me llevaban a escribir hasta las 4 de la madrugada. Raras veces me levantaba antes de las 12 y escribía todo el día tumbado en un diván. La pluma y la posición horizontal han dado paso al lápiz y la vertical austera. Se acabaron los arranques", comentó en una de las pocas entrevistas que concedió en toda su vida.

Recapitulando sobre lo importante, las historias que perduran nos suceden sentados. Nadie da a luz de pie. Ni contempla un cuadro sin detenerse unos minutos. Ni lee caminando. No se consigue una buena entrevista si no sientas a la otra persona y la miras a los ojos.
Una noticia trágica es aconsejable que nos la comuniquen sentados, porque sólo ahí te relajas y eres capaz de encontrar tu lucidez.
Las películas se ven desde el sofá o la butaca del cine. La buena música sólo se paladea sin movimiento. Los viajes también requieren que estemos sentados. En este siglo, nadie cambia de país si no es desde el asiento de un vehículo. Y qué decir de la charla con los amigos o las relaciones en general.

En definitiva, hay algo verdaderamente importante que no haya requerido que te pares un minuto, te sientes y reflexiones?

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